sábado, 27 de octubre de 2012

Courchevel, un aeropuerto de nieve

Iniciamos nuestro viaje por las nubes más espectaculares en el Himalaya de la mano del aeropuerto de Lukla y de la cordillera que alberga al pico más alto del mundo pasamos ahora al aeropuerto que nos abre paso en la que podríamos considerar la cordillera europea más importante, los Alpes.

Courchevel es, como Lukla, uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo, con una pista desafiante y un entorno que quita la respiración. Volar hasta aquí supone escalar más de 2000 metros por encima del nivel del mar, algo que muchos hacen fundamentalmente para acceder a la que es una de las mayores áreas esquiables del mundo. No obstante, las precarias condiciones del aeropuerto limitan su uso a aviones de pequeño calibre (Havilland Twin Otters, Dash 7s o Cessnas), como aviones particulares o helicópteros, destacando el conocido avión de James Bond, que huye desde este aeropuerto en la escena final de El mañana nunca muere.


Lo más destacable es su peculiar pista, de tan sólo 535 metros de largo por 40 de ancho y que soporta un desnivel del 18,5%, convirtiéndose en algo parecido a una atracción propia de Port Aventura.

Las condiciones son tan extremas que los pilotos solo tienen una oportunidad para aterreizar. Si a la primera no lo consiguen, no hay segunda vez y, como no, a tanta altura en días de niebla ni siquiera hay una primera ocasión al no existir tampoco ningún tipo de mecanismo antiniebla.

Fuente National Geographic
Fotografías Menéame

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David García

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