miércoles, 10 de octubre de 2012

Lukla, en Nepal, un aeropuerto de alturas

No sé a vosotros, pero para mí una de las mejores cosas que tiene poder viajar es coger un avión, sentarte al lado de la ventanilla y sentirte como un pájaro en el aire. Se trata de una sensación única: ver la tierra desde el aire, maravillosos paisajes que muchas veces nos dejan encandilados. Sin embargo, no todos los aeropuertos nos ofrecen los mismos paisajes y nos impresionan de la misma forma, así que en Viaje Adicción hemos querido iniciar un recorrido por los aeropuertos más singulares del mundo, recorrido que empezamos en el aeropuerto de Lukla, una pista que lleva el arte de volar hasta el extremo.

Viajar por el interior de la cordillera del Himalaya es algo que este aeropuerto, uno de los más peligrosos del mundo, pone a nuestro alcance. Cruzar los dedos seguramente sería lo mínimo que podríamos hacer que asegurarnos el tipo, pero a cambio de tal riesgo la sensación de estar en pleno contacto con la naturaleza resulta espectacular.

Se usa fundamentalmente para conectar el pueblo de Lukla, a 2860 metros de altura y muy cerca del campo base del Everest, con Katmandú, un viaje de una media hora aproximadamente y que no está exento de peligro como parece lógico. Curiosamente, es un viaje con alta demanda por todos aquellos aventureros que quieren iniciar sus experiencias por la montaña más alta del mundo, de tal manera que durante la temporada de ascensos, entre octubre y noviembre, se puede llegar a dar en él una alta congestión de tráfico y, por tanto, esperas de algunos aparatos en el aire para deleite de los espectadores, siempre que el miedo no les estropee las vistas.

El servicio entre este aeropuerto y Katmandú no es operado por los aviones comerciales que todos conocemos, sino por avionetas más rudimentarias de 15 plazas del tipo Twin Otter y en las que curiosamente las azafatas reparten entre los pasajeros caramelos y algo esencial por el ruido de las hélices, algodones.

Estos aviones deben aterrizar y despegar en tan sólo 15 minutos debido a la alta congestión de tráfico del aeropuerto que además, debido a sus reducidas dimensiones, sólo posee cuatro puestos de estacionamiento. Esas dimensiones se llevan al extremo en el caso de la pista, que apenas cuenta con 500 metros y un desnivel de 12º, completamente necesario para frenar el avión en esa distancia tan reducida. No obstante, si estos datos os sorprenden os recomiendo iros a la historia del aeropuerto y comprobar en la foto de la derecha como la pista actual incluso es un lujo comparada con la que existía anteriormente.

Como resulta lógico, los días nublados la enorme nubosidad presente a tanta altura y entre montañas hace que toda la actividad aérea se paralice, así que si queréis desafiar al Himalaya con este viaje os recomendamos paciencia, de nada sirve planificar en este caso.

Finalmente, y antes de dejaros con un video del aeropuerto que seguramente os ponga los pelos de punta, no hemos de olvidar que la peligrosidad desgraciadamente siempre va unida a la siniestralidad, siendo los mayores accidentes los ocurridos el 8 de octubre de 2008, cuando murieron 18 pasajeros, salvándose sólo el capitán, y el que tuvo lugar el 25 de agosto de 2010, cuando dejaron su vida 11 pasajeros y 3 miembros de la tripulación.

Fuentes Diario del viajero Futuro Pasado Pasaporte Blog Wikipedia

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David García

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